Padre bendito, en tu nombre oramos hoy para poder sentir el calor de un fuerte abrazo en tu nombre, porque es imprescindible para continuar y recibirte en nuestro corazón, pero también en nuestra vida. Por eso, cada mañana me levanto con alegría y felicidad con mi corazón desbordándome de tu amor, dando gracias a ti Señor, por esta nueva oportunidad de despertándome en un nuevo día, que sin duda esta lleno de vigor.
Así me levanto afrontar los compromisos del día con la ayuda de tu jubilo y compromiso, por el sol que brilla y el amanecer que lo acompaña, así como también por el oxígeno al que me permites respirar ¡Gracias Señor, por la vida que me das! Hoy Padre, Amado me postro ante ti dándote infinitas gracias por el amanecer lleno de bendiciones, de rodillas te agradezco por esta maravillosa vida que me das y que vivo con alegría.
Asimismo, es una vida llena de amor de Dios a manos llenas, en todo veo tu presencia y todo esta lleno de vida, todo es hermoso porque todo florece ante tu presencia. Gracias Padre Celestial, por estar abriendo mis ojos y corazón, para sentirte en mi vida. De igual forma por oír mis plegarias y mantener mi alma y cuerpo alejado de las tentaciones, que me hacen flaquear ¡No me dejes solo Creador! Te pido que perdones mis pecados, me arrepiento de ofenderte sigues estando, a mi lado. Dándome tu mano, cada vez que lo necesite, no me dejes solo que sin ti no puedo con los afanes del día.
Tu eres mi fortaleza, mi roca fuerte, que me sostiene y aclara mis pensamientos. Eres mi refugio en los momentos de angustia, porque se que estas a mi lado, me fortalezco y me enfrento a cualquier circunstancia que me esté abatiendo, me mantienes de pie por muy duro que sea lo que oprime mi alma.
Te encuentras allí para levantarme una y otra vez sin cansarte, no me dejes solo ¡Eres mi mejor amigo! Uno fiel en el que puedo confiar con los ojos cerrados, sin temor, pues jamás me abandonaras a mi suerte y a mi criterio. Tu me muestras el camino por el que debo transitar todos los días, por eso vivo agradecido cada día de mi existir y te pido perdón de rodillas ante ti, por mis ofensas y pecados porque con ellas ofendo a un Dios maravilloso lleno de bondad.
Gracias te doy Padre eterno por llenar mi corazón de sabiduría y discernimiento, a la hora de tomar decisiones importantes para el bienestar de mi familia con la fe y confianza puesta en ti. Ya que solo tu puedes hacerlo, quiero seguir por el buen camino para que tu estés orgulloso de tu hijo, eso quiero ser hijo digno de ti. Siempre a mi lado y nunca lejos de mí.
Te pido que siempre estés, para darme seguridad y paz a mi corazón que rebosa de alegría y amor gracia a ti Padre amado y bendito. Amén